LA ESENCIA DEL PERDÓN
Uno de los soldados de Napoleón cometió un crimen -la historia no
cuenta cuál-y fue condenado a muerte.
En la víspera del fusilamiento, la madre del soldado fue a implorar para
que la vida de su hijo fuese preservada.
-Señora mía, lo que su hijo ha hecho no merece clemencia.
-Lo sé -dijo la madre. -Si la mereciera, no sería realmente un perdón.
Perdonar es la capacidad de ir más allá de la venganza o de la justicia.
Al escuchar estas palabras, Napoleón conmutó la pena de muerte por el
exilio.
PAULO COELHO